Desde siempre las cadencias rápidas en ciclismo indoor han generado bastante controversia por diferentes motivos, y en los últimos años, la mayor parte de las metodologías que se imparten, han tendido a bajar dichas cadencias. A continuación, vamos a intentar analizar el porqué y si es algo que está realmente justificado.
Lo primero, hay que definir, que se consideran cadencias rápidas; en esto tampoco hay unanimidad de criterios, ya que hay metodologías muy conservadoras que consideran cadencias elevadas a todo lo que vaya por encima de 100 rpm, otras 105 rpm u otras 110 rpm.
Nosotros en IBC consideramos cadencias altas, también llamadas habitualmente “bajadas”, a todo lo que va por encima de 110 rpm. Siempre nos guiamos por la comparativa con el ciclismo outdoor, y en éste se puede llegar a realizar un falso llano, con un poco de caída, hasta 110 rpm; por lo que podríamos considerar que hasta ésta cadencia lo podemos denominar cadencia media o “llano”. Aunque evidentemente y según para qué persona, en función de su experiencia en la actividad y condición física, esto puede resultar rápido. Además, consideramos que, si se tiene una condición media, tanto física como técnica, se puede llegar a estas cadencias sin riesgo de lesión.
Una vez determinado lo que consideramos cadencia rápida, vamos a analizar las razones por las que cada vez se utilizan menos o incluso no se usan.
La primera es que se ha visto que, con el paso de los años, las cadencias infernales de 140 o 150 rpm que se utilizaban al principio, debido a la característica principal de las bicicletas, que es que tienen inercia, eran altamente lesivas. La técnica es casi imposible de llevar correctamente, y lo que protege las articulaciones, la tensión muscular de toda la musculatura que las rodea al llevar una resistencia considerable, es imposible a estas velocidades.
En IBC por supuesto recomendamos bajar bastante de esas cadencias, el hasta donde, es lo que hay que determinar.
La segunda es que las cadencias elevadas son muy “excluyentes”, ya que hay muchos alumnos que son incapaces de realizarlas, ya sea por falta de técnica o por falta de condición física. Como monitor, no nos interesa impartir clases en las cuales una parte de los alumnos no sean capaces de realizar lo que el monitor propone, ya que los alumnos se desmotivarán y podremos llegar incluso a perderlos.
Depende del tipo de clases que tengamos, en IBC tenemos diferentes criterios. Nosotros abogamos siempre por una clase planificada, que tienda a fidelizar y que tenga una continuidad en los alumnos. Si conseguimos un grupo fiel y más o menos homogéneo, se podrían realizar, aunque siempre con cuidado y por supuesto, siempre dentro de un límite (nunca utilizaremos en ningún concepto cadencias por encima de 125-130 rpm). En grupos heterogéneos o con mucha rotación, recomendamos que no se utilicen.
La tercera es que se trata de una actividad cardiovascular y el objetivo es éste, por lo que no importará tanto el cómo consigamos una frecuencia cardiaca determinada, como el conseguirla. Por lo tanto, si se puede conseguir un esfuerzo determinado con un riesgo menor, no merece la pena arriesgarse a hacerlo con un instrumento técnico más difícil potencialmente lesivo.
En IBC priorizamos el trabajo cardiovascular por encima de otros aspectos, con el menor riesgo de lesión posible. Si tenemos un grupo capaz de realizarlo correctamente, podremos utilizar cadencias elevadas para dar variedad al trabajo tanto a nivel técnico como a nivel muscular. Si detectamos cualquier riesgo de lesión, trabajaremos el esfuerzo cardiovascular propuesto con cadencias bajas o medias.
Por último, la cuarta sería que en las bajadas en ciclismo outdoor no es necesario pedalear todo el tiempo, por lo que no tiene una transferencia real al ciclismo indoor.
En IBC, respecto a la comparativa con otras modalidades del ciclismo, es verdad que en las bajadas a veces no se pedalea, pero sí en ciclismo en pista (velódromo) y aquí sí que se llegan hasta 125 rpm moviendo grandes desarrollos, por lo que estas cadencias si tienen una transferencia real a ésta modalidad del ciclismo indoor.
CONCLUSIONES
Por lo tanto y a modo de conclusión final es que no somos partidarios de eliminar o prohibir de manera taxativa el uso de cadencias elevadas, ya que son un elemento técnico más, que realizado con suficiente técnica y resistencia en la bicicleta no tienen por qué ser lesivos. Pero en el caso de su utilización, esta será bajo una serie de condiciones:
- Se realizarán con grupos con una condición técnica elevada, esto implica una experiencia en la actividad igualmente elevada.
- Dicho grupo además, tendrá que tener una condición física también elevada. Dado que lo que protege las articulaciones es la tensión muscular, para llevar cadencias altas esta tensión será menor pero no desaparecerá por completo. Esto implica un nivel de fuerza resistencia que solo lo da una condición física alta, quien no la tenga, tendría que quitar toda tensión muscular con el consiguiente riesgo de lesión. Recordar que dicha tensión la provoca la resistencia sobre el disco de inercia, la diferencia está en que haya resistencia o no haya ninguna.
- Nunca se realizará en periodos de la temporada de inicio o medios, siempre se realizará en periodos finales donde la condición física y nivel técnico es alto. Por lo tanto a la vuelta de periodos vacacionales o de descanso nunca se realizará.
- Si en el grupo hay ciclistas que no cumplen las condiciones anteriormente descritas, solo se realizarán si tenemos la certeza que dichos ciclistas no las realizarán por el gran riesgo de lesión. Si no tenemos esa certeza no se podrán proponer al grupo.
Que dichas cadencias se puedan llegar a proponer no significa que se puedan hacer con cualquier grupo, ni en cualquier momento de la temporada, y si no llegamos a utilizarlas nunca porque no tenemos un grupo listo para realizarlas, por supuesto, también sería correcto.